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Preferencias, prioridades y elecciones de los padres brasileños para la educación de sus hijos - y por qué deben ser libres para elegir

Preferencias, prioridades y elecciones de los padres brasileños para la educación de sus hijos - y por qué deben ser libres para elegir

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Anamaria Camargo
Maestra en Educación por la Universidad de Hull y
Presidenta del Instituto Livre pra Escolher

​​​​​​I. Introducción

​​​​​​​En el contexto del debate sobre las estrategias para mejorar la educación en Brasil, uno de los argumentos presentados por aquellos que abogan por una educación pública, universal, unificada y ofrecida por el Estado parte de una suposición, considerada como principio, de que muchos padres y madres, especialmente en las familias más pobres, por falta de formación, conocimiento, interés u oportunidad, no son capaces de hacer las mejores elecciones educativas para sus hijos. Por ello, defienden que estas decisiones sobre la estrategia educativa sean hechas por un cuerpo profesional de profesores y burócratas de la educación, que, en esta visión, tendrían más formación y conocimiento para tomar mejores decisiones educativas para todos.

Basándose en este argumento axiomático, surgen críticas a iniciativas que puedan buscar ampliar la libertad de elección educativa en Brasil, como, por ejemplo, propuestas de un sistema de vales, por el cual el estado, en lugar de ofrecer directamente la educación en el sistema público, financia a estudiantes pobres en instituciones privadas o incluso servicios educativos independientes, no autorizados por el Estado, como hacen las familias que educan en el hogar. En su libro A Árvore Bela (2020) 1 , James Tooley analiza el enfoque de los agentes públicos sobre la capacidad de las familias para tomar decisiones educativas. El autor observa que, tanto en estructuras gubernamentales nacionales como en organismos internacionales, hay una cierta visión condescendiente - a veces incluso prejuiciosa - por parte de los gestores públicos de educación, especialmente en relación a la capacidad de elección de padres y madres de familias más pobres. En una de las pasajes del libro, Tooley narra la entrevista que hizo con Mary Taimo Ige Iji, jefa de la administración educativa de Mainland, Lagos, Nigeria. Para ella, el elemento más importante en la elección de los padres y madres pobres sería un "falso estatus simbólico":
 
Los padres pobres "quieren verse a sí mismos como padres ricos, padres atentos, que
matriculan a sus hijos en escuelas pagadas y supuestamente mejores". Pero estos padres
pobres, como todos sabemos, acaban siendo engañados. Son, en palabras de la
Sra. Mary, "unos ignorantes". (Tooley, 2020, p. 149-150).
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El discurso de la educadora nigeriana denota una mirada de cierta forma elitista en relación a las personas más pobres, comúnmente vistas como incapaces de saber lo que es mejor para sí mismos y para sus familias. Esta visión trae el argumento de que, sin el control del estado, el mercado educativo privado podría, de cierta forma, "engañar" a las familias, con la oferta de servicios educativos de baja calidad. Sobre esta visión descansan las críticas sobre los supuestos "riesgos" de un posible sistema de vales educativos en Brasil, una vez que el Estado no tendría como evaluar la calidad de la educación proporcionada.

     “El problema para un país como Brasil, que cuenta con 26 estados, el Distrito Federal y 5.570 municipios responsables de los sistemas educativos, es evaluar si la educación privada subsidiada podría ser suficientemente reglamentada y responsabilizada financiera y académicamente para garantizar al público que el financiamiento no está siendo mal utilizado, que los estudiantes están recibiendo una educación de alta calidad y que las escuelas privadas no están compitiendo solo a partir de la selección de los mejores estudiantes y/o obteniendo contribuciones (mensualidades) de las familias además de los subsidios gubernamentales (Carnoy y Simielli, 2022). Sin embargo, al observar el fenómeno de las elecciones educativas basadas en evidencias, se nota que hay una vasta literatura sobre cómo los padres y madres efectivamente actúan, dada la posibilidad de elección en un mercado educativo libre. Una de esas evidencias es que no hay un patrón consistente en la literatura que apunte diferencias entre los procesos de elección de familias de bajos y altos ingresos (Erickson, 2017) 4 .”

Este también es uno de los resultados que encontramos en la investigación "Preferencias, prioridades y elecciones - Lo que los padres y madres piensan sobre la educación y el futuro de sus hijos", cuyo análisis presentamos en este artículo. Los principales resultados de esta investigación refuerzan la idea de que los padres y madres, independientemente de su ingreso, clase social o nivel educativo, están sí preocupados por la calidad de la educación de sus hijos y buscan emplear sus mejores esfuerzos para tomar las decisiones educativas adecuadas, partiendo del entendimiento común de que la educación es un medio concreto para la mejora del nivel de vida de todos.​​​​​​​

II. Sumario Ejecutivo

¿Serían los padres y madres pobres brasileños diferentes de los padres y madres estudiados en otros países en relación con las decisiones educativas para sus hijos? ¿Qué objetivos educativos tienen los padres y madres de bajo nivel socioeconómico (NSE) brasileños para sus hijos? ¿Qué elementos consideran estos padres para una escuela ideal? ¿En qué se diferencian sus preferencias y criterios de los de los padres y madres de NSE medio-alto? Si pudieran tomar decisiones utilizando más libremente los recursos públicos que les corresponden, ¿cómo serían estas elecciones para sus hijos y qué impacto tendrían para la sociedad?

Las respuestas a algunas de estas preguntas están en la investigación 'Preferencias, prioridades y elecciones - Lo que los padres y madres piensan sobre la educación y el futuro de sus hijos', encargada por el Instituto Libre para Elegir. La investigación fue realizada por la consultora iDados, entre diciembre de 2022 y enero de 2023, con una muestra de más de 1.800 padres y madres de todo Brasil, en todas las regiones, de las capitales y del interior, con diferentes edades, niveles educativos y de ingresos familiares, entrevistando a familias con hijos de cero a 17 años.

​​​​​​​Los padres y madres respondieron a un cuestionario en línea para captar sus preferencias y percepciones acerca de lo que desean para sus hijos en términos de educación. Para la estratificación por ingresos, se consideraron padres y madres de nivel socioeconómico bajo y medio-bajo (denominados de NSE bajo) aquellos con ingresos familiares de hasta R$ 5.000. En la muestra de participantes, cerca del 50% de estos padres y madres declararon ingresos familiares de hasta R$ 2.000, mientras que el 26% de los padres y madres de nivel socioeconómico medio-alto y alto (NSE alto) declararon ingresos superiores a R$ 10.000. En la muestra, se observó una diferenciación en la escolaridad de acuerdo con los ingresos: el 69% de los padres y madres de NSE bajo tienen escolaridad hasta la Educación Secundaria, mientras que el 72,4% de los padres y madres de NSE alto tienen Educación Superior completa.

En la investigación, las preferencias de los padres y madres se dividen en dos temas principales. El primero se refiere al deseo de los padres y madres respecto a los objetivos y metas que les gustaría que sus hijos alcanzaran a lo largo de su trayectoria escolar, con miras al éxito en el futuro. El segundo tema se refiere a las características de una escuela ideal que los padres y madres desearían que sus hijos asistieran si tuvieran las condiciones para acceder a ella. A continuación, se presentan las principales conclusiones de la investigación, así como análisis basados en los datos encontrados y en evidencias de investigaciones científicas sobre el tema.

III. Resultados destacados​​​​​​​
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  • ​​​​​​​● ​​​​​​​El nivel socioeconómico (NSE) de los padres y madres, incluyendo ingresos y escolaridad, tiene bajo impacto en cuanto a los objetivos y metas que les gustaría que sus hijos alcancen a lo largo de su trayectoria escolar, con miras al éxito en el futuro. Esto también vale para las características de la escuela ideal, aquella que les gustaría que sus hijos asistieran. Si hubiera la posibilidad de elección, a través de un sistema de vales, por ejemplo, los dos grupos encuestados tenderían a hacer básicamente las mismas elecciones. Así, de acuerdo con los datos recabados, no se sostiene el argumento a priori de que las políticas de libertad de elección educativa no son adecuadas para el contexto brasileño debido a la existencia de una población pobre y poco escolarizada.​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​

    ​​​​​​​●En términos de objetivos educativos, un porcentaje significativo de padres y madres de ambos grupos (53% para los de NSE bajo y 50,8% para los de NSE alto) señalan que la escuela ideal debe ‘Contribuir a la formación de carácter, ética y/o moral de los estudiantes’. Al sumar el porcentaje de aquellos que eligieron este criterio con el de aquellos que eligieron ‘Trabajar habilidades como puntualidad, organización y responsabilidad’, se llega a los porcentajes de 92,4% de los padres y madres de NSE bajo y 91,6% de los padres y madres de NSE alto. Para ambos grupos de padres, ‘Desarrollar un código moral de conducta’ es un objetivo más valorado que, por ejemplo, ‘Aprender a valorar la naturaleza’ – tema destacado en la actual Base Nacional Común Curricular (BNCC) brasileña

    ​​​​​​​● Entre los objetivos más fuertemente valorados por los padres y madres brasileños y que aparecen en investigaciones como igualmente valorados por padres y madres de otros países, además de la formación del carácter, están el desarrollo de hábitos de estudio, el fortalecimiento de la autoestima, de la resiliencia, de la disciplina y de la responsabilidad individual. En este contexto, se destaca principalmente el buen clima escolar (seguro, acogedor, respetuoso y ordenado). Aparentemente, está claro para los padres y madres que un buen clima escolar tiene un impacto extremadamente relevante en los objetivos citados anteriormente, así como en el nivel de aprendizaje de los contenidos escolares y en la prevención del absentismo y la deserción escolar.​​​​​​​

    ●La caracterización de la escuela ideal como capaz de mantener un buen clima para los estudiantes y para la comunidad escolar parece ser una expresión de la preocupación de padres y madres de ambos grupos con la cuestión de la indisciplina y la violencia en la escuela. Aunque se comprenda que difícilmente la escuela por sí sola conseguirá garantizar la enseñanza de la educación moral, del respeto, del fortalecimiento del carácter y de la disciplina – que debe ser responsabilidad principalmente de la familia – los datos de la investigación demuestran que los padres y madres valoran estas enseñanzas y entienden que el​​​​​futuro de sus hijos depende de cuánto se logre este aprendizaje mientras están en edad escolar.

    ● También relacionado con el clima escolar, el tipo de convivencia social y el grado de desenvoltura interpersonal que sus hijos tienen en la escuela es un factor extremadamente importante para padres y madres de ambos grupos. Aparentemente, ellos tienen la percepción de que las oportunidades de realización personal y profesional de sus hijos dependerán de la calidad de las relaciones que serán capaces de establecer con personas diversas.

    ● La perspectiva de dividir a los estudiantes en subgrupos de acuerdo con diferentes identidades no es compartida por la mayoría de los padres y madres, cualquiera que sea el nivel socioeconómico. Hay un consenso robusto entre los dos grupos de padres y madres en cuanto a la escuela ideal, que debe atender igualmente a estudiantes de diferentes orígenes sociales, raciales y religiosos. De la misma manera, coinciden en el objetivo de que sus hijos tengan con estas personas relaciones de empatía, respeto y cooperación. Aunque reconozcan la existencia del prejuicio contra los pobres, del racismo y de la intolerancia religiosa, los padres y madres de todos los niveles socioeconómicos quieren – igualmente – que sus hijos construyan y vivan en un mundo menos dividido.

    ● La perspectiva de dividir a los estudiantes en subgrupos de acuerdo con diferentes identidades no es compartida por la mayoría de los padres y madres, cualquiera que sea el nivel socioeconómico. Hay un consenso robusto entre los dos grupos de padres y madres en cuanto a la escuela ideal, que debe atender igualmente a estudiantes de diferentes orígenes sociales, raciales y religiosos. De la misma manera, coinciden en el objetivo de que sus hijos tengan con estas personas relaciones de empatía, respeto y cooperación. Aunque reconozcan la existencia del prejuicio contra los pobres, del racismo y de la intolerancia religiosa, los padres y madres de todos los niveles socioeconómicos quieren – igualmente – que sus hijos construyan y vivan en un mundo menos dividido.

    ​​​​​​​● Los padres y madres que desean que sus hijos respeten, tengan empatía y trabajen bien con personas diversas – en su origen social, en su raza y en su religión – son los mismos que desean una escuela ordenada, segura y que promueva la formación ética y moral del carácter. Son los mismos que desean una escuela disciplinadora, que enseñe resiliencia a los estudiantes. Son los mismos que quieren una escuela que apoye a sus hijos en lo que necesitan aprender para desarrollarse educacionalmente y, idealmente, acceder al nivel superior. Son los mismos que desean que sus hijos tengan orgullo de quienes son y la autoestima necesaria para querer aprender siempre más.

    ● Las familias socioeconómicamente menos privilegiadas son tan ambiciosas como las más privilegiadas. Entre los objetivos más deseados por ambos grupos de padres y madres está que sus hijos aprendan buenos hábitos de estudio y que deseen aprender siempre más.

    ● Basándose en una robusta literatura académica sobre sistemas de enseñanza, se observa que, donde existe libertad de elección educativa, las decisiones de padres y madres – incluyendo a los más pobres – tienden a cumplir sus objetivos de disminuir el absentismo, aumentar la tasa de finalización de la escuela, promover la integración étnico-racial, estimular la tolerancia política y el compromiso con valores cívicos. Otros objetivos alcanzados son mejor rendimiento en la escuela, disminución de la criminalidad juvenil y de la tasa de embarazo adolescente, mayor nivel de escolaridad, estatus ocupacional más alto, mayores ingresos salariales y mejor salud en general. Es decir, donde hay libertad de elección educativa para padres y madres de bajo NSE, los objetivos buscados por padres y madres brasileños tienen mayor probabilidad de ser alcanzados.

    ● Aunque la cuestión de la obligatoriedad de la escuela no haya sido probada en esta investigación, ante los objetivos de ambos grupos de padres y madres para el futuro de sus hijos, así como ante los criterios de lo que consideran una escuela ideal, podemos concluir que, aun cuando la escuela no fuera obligatoria, padres y madres serían capaces de tomar decisiones adecuadas para sus hijos, con un impacto positivo para ellos como individuos y para la cohesión social.
Sección I - Objetivos a lo largo de su trayectoria escolar, con miras al éxito en el futuro

En la investigación realizada, se preguntó a los padres y madres sobre la importancia de diferentes objetivos educativos con miras al éxito en el futuro. Sin embargo, no se preguntaron las razones que justifican los objetivos elegidos, lo que hace que los análisis presentados a continuación sean de alguna manera especulativos, aunque estén fundamentados en la literatura académica sobre el tema.

El objetivo más valorado por ambos grupos de padres y madres es ‘el desarrollo de habilidades socioemocionales como empatía, cooperación y respeto’. En este destaque, se observa la importancia atribuida al aprendizaje de comportamientos moralmente aceptables. Se puede concluir a partir de esta elección que, para padres y madres de ambos grupos, en el ámbito escolar, es primordial que sus hijos aprendan a respetar la autoridad del profesor, a cooperar para que las clases se den de manera eficaz y a tener empatía por los compañeros con dificultades.

Se observa que la cuestión moral, traducida por medio de lo que serían comportamientos adecuados a lo que es correcto, es un tema importante para padres y madres. Ambos grupos de padres y madres esperan que, a lo largo de los años en la escuela, sus hijos consigan ‘Desarrollar un código moral de conducta’. Este objetivo es más valorado que temas como ‘Aprender a valorar la naturaleza’ o ‘Estar listo para el mercado de trabajo al final de la Educación Secundaria’.

También es muy importante para ambos grupos de padres ‘aprender a trabajar con personas diferentes en términos de raza, nivel social o religión’. Se puede considerar este segundo objetivo como un componente del primero, ya que ‘aprender a trabajar con personas diferentes en términos de raza, nivel social o religión’ también es aprender a tratar con respeto, tener empatía y cooperar con personas diversas. Sin embargo, más que un componente del primer objetivo, refuerza el carácter moral y ético que estos padres desean que sus hijos desarrollen en la escuela.

En relación con el aspecto de la enseñanza de habilidades socioemocionales, se observa que, para ambos grupos encuestados, aprender a tener relaciones interpersonales no prejuiciosas es considerado extremadamente importante para el futuro de sus hijos. Las familias se preocupan por el tipo de convivencia social y el grado de desenvoltura interpersonal que sus hijos tienen y tendrán en la escuela y en el trabajo. Para ellos, las oportunidades de realización personal y profesional de sus hijos dependerán de la calidad de las relaciones que serán capaces de establecer con personas diversas.

A partir de estas elecciones, es posible deducir que está claro para los padres y madres que los niños y jóvenes intolerantes, violentos, incapaces de respetar y cooperar con compañeros y profesores, y que no tienen empatía (actúan como acosadores o de manera prejuiciosa, por ejemplo) tendrán reducidas sus oportunidades de éxito personal y profesional; posiblemente, ni siquiera serán capaces de concluir sus estudios.

Entre los objetivos más deseados por ambos grupos de padres y madres para sus hijos están ‘Aprender buenos hábitos de estudio’ y ‘Siempre querer aprender más’. Estas respuestas desmitifican la idea de que los padres y madres pobres y con poca escolaridad no tienen ambiciones educativas para sus hijos y de que los obligarán a trabajar en la primera oportunidad que tengan. Al contrario: para la mayoría, no basta con estar expuestos a lo que se enseña en la escuela; los padres y madres desean que sus hijos sean capaces de estudiar solos de manera eficiente y o hagan habitualmente para que puedan aprender siempre más.

La suposición de que los padres y madres de bajo NSE no tienen interés en el desarrollo de hábitos que involucren disciplina y esfuerzo también es refutada por la investigación. En realidad, los padres y madres de ambos grupos reconocen que el éxito de su hijo en el futuro depende mucho del esfuerzo individual. Para los padres y madres de alto NSE, el esfuerzo individual es tan importante como la calidad de la escuela. Para los padres y madres de bajo NSE, el esfuerzo individual es más importante que la calidad de la escuela. Aunque saben que sus hijos necesitan esforzarse más y tener más resiliencia para avanzar educacionalmente, los padres y madres de bajo NSE no esperan que la escuela trate a sus hijos con condescendencia o que tengan expectativas más bajas por ser pobres. No existe en estos padres la percepción de condiciones sistémicas, estructurales que sean intransponibles para que sus hijos aprendan siempre que, en el ámbito escolar, se den los requisitos previos.

Podemos concluir también que los padres y madres no se oponen a un currículo desafiante, siempre y cuando sus hijos estén capacitados para lidiar con él de forma disciplinada. Evidencia de esto es que para los padres y madres de ambos grupos, al final de la Educación Secundaria, hijos ‘preparados para la universidad’ es más valorado que hijos ‘preparados para el mercado de trabajo’. La ausencia de un currículo cualitativamente ambicioso y técnicamente fundamentado no es una elección de los padres y madres brasileños, aunque esta sea, a veces, una elección hecha por educadores y responsables de políticas públicas educativas, en nombre de una supuesta inclusión. La decisión, tomada por parte de los gestores educativos, de establecer un estándar curricular menos exigente para evitar la deserción y las repeticiones, por lo que se observa en los datos, no tiene respaldo de los padres y madres encuestados. En la literatura académica sobre el tema, autores como Oliveira (2018) 5 , Becskeházy (2018) 6 y Crato (2020) 7 señalan evidencias sobre las estrategias internacionales consensuadas sobre cómo ampliar la excelencia educativa, pero que, muchas veces, no son tenidas en cuenta en la planificación educativa de las escuelas públicas brasileñas.

Es interesante observar que el deseo de que, en los años escolares, los hijos desarrollen competencias no cognitivas (incluyendo las socioemocionales) no es exclusivo de los padres y madres brasileños. Hay estudios robustos que muestran que los padres y madres en otros países comparten estas mismas preferencias. También muestran los efectos de estas elecciones en diversas áreas: competencias no cognitivas, como autocontrol, garra y tenacidad, afectan fuertemente la capacidad de alcanzar objetivos a corto y largo plazo (Nichols, 2017) 8 y son predictivas de persistencia en la universidad, finalización de la Educación Superior y éxito educativo en general (Carneiro et al., 2007; Heckman et al., 2006; Lleras, 2008; Mischel, Shoda y Peake, 1988 en Nichols, 2017). En el mercado de trabajo, estas habilidades, que incluyen habilidades interpersonales y hábitos de trabajo, están asociadas a mayor empleabilidad, mejores salarios y productividad en el trabajo (Borghans, Ter Weel y Weinberg, 2008; Farkas, 2003; Heckman et al., 2006; Lleras, 2008 en Nichols, 2017).

Habilidades relacionadas con la formación del carácter también son predictivas de resultados relacionados con la salud en general, incluyendo la reducción de la tasa de embarazo adolescente (Carneiro et al., 2007; Heckman et al., 2006 en Nichols, 2017). En la misma línea, Moffitt et al. (2011, en Nichols, 2017) siguieron a 1.000 niños desde el nacimiento hasta los 32 años, y mostraron que las habilidades no cognitivas, en particular el autocontrol, estaban asociadas a la salud en general. Además, el equipo siguió a 500 pares de hermanos y descubrió que la reducción de las habilidades no cognitivas estaba asociada al empeoramiento en el rendimiento escolar y en el comportamiento social (Moffitt et al., 2011).

Sección II - Características de una escuela ideal

Al igual que en la Sección I, que trata sobre los objetivos a alcanzar, en esta segunda sección no se preguntan las razones de las elecciones de los padres y madres en relación con las características de una escuela ideal. Así, en ciertos momentos, algunos análisis tienen un carácter especulativo, aunque estén fundamentados en evidencias obtenidas en la literatura.

Inicialmente, vale destacar que, en relación con las características de la escuela ideal, para los nueve temas presentados (objetivo, enfoque/prioridades de enseñanza, estrategias directas de enseñanza, estrategias indirectas de enseñanza, estrategias de apoyo a la enseñanza, formación para la vida y gestión - este último subdividido en gestión I, II, III), se orientó a los padres y madres a elegir una entre tres alternativas. En seis temas, la alternativa más valorada por los padres y madres de nivel socioeconómico bajo y alto fue la misma. Además, en las comparaciones en las que hubo divergencia en la característica preferida, la característica menos valorada fue la misma. Es decir, en ningún tema hubo divergencia total entre las elecciones de los dos grupos. A continuación se presentan la descripción y el análisis de los diferentes temas:

1) Objetivo

A primera vista, hay una pequeña divergencia entre los dos grupos de padres y madres, en cuanto a las dos características más votadas en relación con el objetivo de la escuela: ‘la enseñanza de una profesión, clases prácticas para el mercado de trabajo’ (44% para NSE bajo y 39,6% para NSE alto) y ‘enseñanza orientada a la preparación para el Enem/vestibular 9 ’ (41,9% para NSE bajo y 43,6% para NSE alto). Sin embargo, al sumar los porcentajes de quienes eligieron como objetivo más importante de la escuela ideal tener la ‘enseñanza orientada a la preparación para el Enem/vestibular’ con la opción menos votada – ‘Estar entre las primeras en los rankings de desempeño escolar’ – se observa un porcentaje mayor que aquellos que prefieren ‘la enseñanza de una profesión, clases prácticas para el mercado de trabajo’. Padres y madres de NSE bajo que eligen una de las dos opciones suman 56% de los encuestados sobre la escuela ideal. Los de NSE alto suman 60,4%.

Hay dos razones, en términos de análisis, para sumar estos dos ítems. La primera es porque, cuando se evalúan los objetivos de los padres y madres de los dos grupos, ‘Estar preparado para la universidad al final de la Educación Secundaria’ se presenta como más importante que ‘Estar listo para el mercado laboral al final de la Educación Secundaria’.
​​​​​​​La segunda es porque, en general, las escuelas que están en la cima de los rankings de desempeño escolar sonexactamente las mismas que mejor preparan al estudiante para acceder a la educación universitaria.

No se puede despreciar, sin embargo, el porcentaje de familias de bajo NSE que, entre estas tres opciones, elige ‘la enseñanza de una profesión, clases prácticas para el mercado de trabajo’: 44%. Considerando que esta es la preferencia de tantos padres y madres y que hay una descompensación entre el perfil de la media de los egresados de universidades y las demandas del mercado, es posible suponer que, si hubiera un sistema de vales escolares para escuelas técnicas/profesionalizantes privadas, innovadoras, con métodos de enseñanza flexibles y responsivos a las necesidades del mercado, de forma que ampliaran las posibilidades de elección por parte de las familias entre diferentes estrategias de enseñanza, probablemente habría menos deserción, más jóvenes capacitados y el mercado estaría mejor atendido y más productivo.

2) Enfoque/prioridades de enseñanza

En el tema enfoque/prioridades de enseñanza, los ítems comparados son ‘Materias o clases que traten de ciudadanía, liderazgo y diversidad’, ‘Materias que traten de ciencia y tecnología’ y ‘Clases de arte, como música, danza, pintura, artesanía’. Hay convergencia entre los grupos de padres y madres en cuanto a lo que es menos prioritario: ‘Clases de arte, como música, danza, pintura, artesanía’. Sin embargo, este es uno de los pocos temas en los que existe divergencia en cuanto a las preferencias. Para los padres y madres de bajo NSE, en la escuela ideal, la enseñanza debe priorizar ‘Materias o clases que traten de ciudadanía, liderazgo y diversidad’ y, para los padres y madres de NSE alto, el enfoque debe estar en ‘Materias que traten de ciencia y tecnología’.

Aparentemente, hay una contradicción entre el objetivo destacado en el tema anterior – ‘Estar preparado para la universidad al final de la Educación Secundaria’ y priorizar una escuela que se enfoque en ‘Materias o clases que traten de ciudadanía, liderazgo y diversidad’, como prefieren los padres y madres de bajo NSE. Sin embargo, no se trata de despreciar la ciencia, ya que ‘Aprender a analizar argumentos, hechos y evidencias’ está entre los objetivos de padres y madres de ambos grupos, aunque más fuertemente de padres y madres de NSE alto. Tampoco se trata de querer retrasar la enseñanza de la ciencia o de otros contenidos que preparen al estudiante para la universidad, sino de garantizar que los prerrequisitos para el aprendizaje de esos contenidos sean atendidos.

Para los más pobres, la educación en valores cívicos y que inspire a sus hijos a respetar y a ejercer posiciones de liderazgo es más prioritario que para los padres de NSE alto. Primeramente, es preciso recordar que los padres y madres de NSE bajo tienen un ingreso familiar de R$ 5.000 como máximo. La mitad de ellos tiene un ingreso familiar de hasta R$ 2.000. Es decir, se trata de personas con dificultades para atender a sus necesidades más básicas. En este sentido, posiblemente, una de las razones que sustenta esta elección educativa es la percepción de que sus hijos necesitan creer que es posible romper el ciclo de la pobreza y, más que eso, necesitan aprender los caminos correctos para alcanzar su potencial como persona y como ciudadano.

Además, el prejuicio y el acoso tienden a minar la autoestima, el interés y el compromiso del estudiante, aumentando el ausentismo. Aunque estemos hablando de padres y madres con baja escolaridad, su percepción sobre la importancia de fortalecer la autoestima de sus hijos para que no abandonen es correcta: datos del PISA 2018 10 muestran que los alumnos que sufrieron acoso con frecuencia fueron más propensos a faltar a la escuela y obtuvieron calificaciones más bajas en lectura. También muestran que entre los factores positivamente asociados con la resiliencia académica están el apoyo de los padres, un clima escolar positivo - aspecto que se detallará más adelante - y una mentalidad de crecimiento. Posiblemente sea este tipo de mentalidad - de ambición - la que los padres desean que la escuela promueva en sus hijos, a través de clases que traten sobre ciudadanía, liderazgo y diversidad.

Para los más pobres, la escuela ideal debe fortalecer la autoestima de sus hijos y mostrar horizontes diferentes a aquellos en los que están inmersos, desalentando la deserción. Posiblemente padres y madres de NSE bajo consideran que tales enseñanzas son un requisito previo sin el cual el aprendizaje de ciencia y tecnología - así como de otros conocimientos técnicos/ académicos - sería inviable. Al parecer, se trata de una elección pragmática y racional de estos padres y madres: una escuela no puede enseñar a quien se rinde en aprender, a quien no cree que la educación pueda representar un futuro seguro, a quien considera tener mayores chances de “éxito” y valorización fuera de la escuela. Estar preparado para la universidad al final de la Educación Media presupone completar la Educación Media; presupone que el estudiante no abandone. Por lo tanto, no se trata siquiera de una compensación, de renunciar a algo para tener otra cosa más importante. Se trata de un claro ejemplo de la aplicación de la jerarquía de necesidades de Maslow 11 : las necesidades más básicas deben ser atendidas para que otras sean viables.

​​​​​​​Figura 1 - El éxito de su hijo o hija en el futuro depende más: Fuente: IDados Consultoria, 2023
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Hay evidencias de que padres y madres pobres de otros países actúan de manera similar. La preocupación por la evasión en otros países —incluso en lugares donde este problema es menos común que en Brasil 12 — es evidente. En los Estados Unidos, por ejemplo, al elegir una escuela, los padres y madres de baja renta, así como los padres y madres no blancos y no asiáticos, valorizan más que los padres y madres de renta más alta y los padres y madres blancos, las escuelas donde la tasa de conclusión del Secundario es más alta. Esto también es válido para la tasa de estudiantes que logran ingresar en una universidad (Kelly & Scafidi, 2013) 13 . Saben que sus hijos estadísticamente son menos propensos a concluir el Secundario y asistir a una facultad. Por lo tanto, están dispuestos a buscar una escuela que les ayude a romper con ese patrón.

Se observa, por lo tanto, que, en lo que se refiere a la educación de los hijos, las ambiciones de padres y madres pobres, pertenecientes a minorías estigmatizadas y que tuvieron poco acceso a la educación formal, en Brasil y en los Estados Unidos, tienen mucho en común. Sin embargo, ¿significa eso que, desde el punto de vista de la eficacia de las elecciones, esos padres y madres suelen acertar? ¿Dónde existe libertad de elección educativa, hay evidencias de que padres y madres pobres alcanzan sus objetivos de reducir la ausencia y aumentar la tasa de conclusión del Secundario? ¿Qué dice la literatura sobre esto?

Webber et al. (2019) 14 muestran que eso fue exactamente lo que se observó sobre el Opportunity Scholarship Program (OSP), un programa estadounidense que proporciona cupones para las familias de baja renta para que sus hijos puedan estudiar en escuelas privadas. Para determinar la eficacia del programa, se realizó un experimento — considerado el 'patrón de oro' de la metodología de evaluación — que comparó los resultados de dos grupos. Se realizaron sorteos para otorgar los cupones a los candidatos, de manera aleatoria. El grupo de tratamiento estaba compuesto por estudiantes que se candidataron a un cupón, pero no fueron sorteados. La randomización ayudó a garantizar que los dos grupos comparados fueran realmente similares en el momento de la inscripción en el OSP y que la única diferencia que podría influir en los resultados fuera el hecho de que los participantes estuvieran asistiendo a la escuela elegida por los padres y madres —lo que solo fue posible para los sorteados.

Según los resultados del estudio sobre el Opportunity Scholarship Program (OSP) en Washington D.C., cuando se les da a los padres de bajos ingresos la libertad de elegir la escuela de sus hijos, toman decisiones efectivas para mejorar los resultados educativos:

● El ausentismo crónico afectó menos a los estudiantes que usaban cupones escolares en la escuela elegida, en comparación con aquellos que, sin el cupon escolar, asistían a la escuela pública de su zona.

● El impacto en la reducción del ausentismo fue más relevante para los estudiantes mayores y con bajo rendimiento académico, es decir, precisamente aquellos con mayor riesgo de deserción escolar.

● La percepción de seguridad en la escuela era mayor entre los estudiantes que usaban el cupon escolar en la escuela elegida, en comparación con los que no fueron sorteados y que, sin el cupon escolar, asistían a la escuela pública de su zona.

Estos resultados indican no solo la convergencia de objetivos entre padres pobres de diferentes países, sino también la racionalidad de las elecciones de los padres brasileños para lograr sus metas. Cuando se les da a los padres de bajos ingresos la oportunidad de elegir, toman decisiones que efectivamente reducen el ausentismo y aumentan la percepción de seguridad en la escuela, especialmente para los estudiantes en mayor riesgo de abandono escolar.

3) Estrategias directas de enseñanza

En la investigación, en relación con las estrategias de enseñanza, ambos grupos de padres y madres prefieren 'clases prácticas a través de proyectos'. Posiblemente, ellos perciben el bajo nivel de interés y concentración de sus hijos. Relacionado con ese factor, considerando el nivel de indisciplina predominante en las aulas, posiblemente padres y madres consideran virtualmente imposible que los profesores, en su mayoría, puedan enseñar mediante instrucción directa. La segunda opción más votada, 'Enseñanza reforzada de matemáticas y portugués', es más valorizada por los padres y madres de bajo NSE (43,9%) que por los de alto NSE (37,3%). Los padres y madres pobres saben que sus hijos solo tienen la escuela para aprender esas disciplinas y, posiblemente, incluso aquellos que optaron por las clases prácticas, tienen en mente proyectos que refuerzan el aprendizaje de matemáticas y portugués. Se comprende la combinación de esas elecciones, ya que no son opciones incompatibles entre sí.

4) Estrategias indirectas de enseñanza

El porcentaje de padres y madres de los dos grupos que consideran que la escuela ideal debe tener 'clases en tiempo integral (mañana y tarde)' es prácticamente idéntico: 47,5% (bajo NSE) y 47,3% (alto NSE). Tal elección parece incoherente considerando que, en otra parte de la investigación (Figura 2), al elegir hasta tres opciones entre ocho factores que influyen en el éxito escolar, solo el 13,4% de los padres y madres de bajo NSE y el 9,7% de los padres y madres de alto NSE eligen el factor 'Tiempo en la escuela'. Una vez más, los padres y madres demuestran comprender lo que parece realmente importante cuando se trata del aprendizaje: no es el tiempo pasado en la escuela, sino la manera en que ese tiempo se emplea. Así, como se indica en la Figura 2, ambos grupos consideran que los profesores son determinantes para el éxito escolar.

Figura 2 - Factores que influyen en el éxito escolar Fuente: IDados Consultoria, 2023

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​​​​​​​De hecho, hay evidencias robustas sobre la correlación entre las calificaciones de los estudiantes y el tiempo invertido en actividades de enseñanza de alta calidad. Sin embargo, la correlación entre las calificaciones obtenidas por los estudiantes y el número total de horas gastas en la escuela es más débil (Oliveira, 2019) 15 .

5) Estrategias de apoyo al enseñanza

Aunque en la investigación no se hace una explicitación sobre qué tipo de actividades deberían ocurrir en el horario de tarde, en la escuela ideal que ofrece 'clases en tiempo integral (mañana y tarde)', las elecciones en este tema apuntan a algunas posibilidades. Vemos que el 54,1% de los padres y madres pobres dice que la escuela ideal debe ofrecer 'Clases de refuerzo para estudiantes con dificultades de aprendizaje'. Considerando que se trata de clases de refuerzo (supuestamente lo que se da en el tiempo "normal" de clase), probablemente sea eso lo que desean que suceda en el horario de tarde.

Es importante recordar que el 69% de los padres y madres de NSE bajo tienen como máximo el Secundario completo, lo que limita su capacidad de atender a los hijos con dificultades de aprendizaje. Además, generalmente estas familias tienen menos acceso a libros e internet; es decir, es solo en la escuela donde sus hijos pueden aprender los contenidos curriculares.
​​​​​​​Siendo así, en la condición de que el tiempo en el horario de tarde se emplee en clases de refuerzo, sí, la escuela de jornada completa es deseada.

Por otro lado, para el 42,8% de los padres y madres de NSE alto, las estrategias de apoyo a la enseñanza preferidas son 'Actividades extracurriculares, como deportes, teatro, acciones comunitarias'. Posiblemente esta elección esté relacionada con el hecho de que la oferta de estas actividades en la escuela solo sustituiría de manera concentrada en un mismo lugar — y por lo tanto más cómoda — las actividades que sus hijos ya realizan en el horario de tarde en diferentes lugares. Además, el 72,4% de estos padres y madres tienen educación superior completa, lo que les permitiría brindar algún tipo de apoyo a los hijos con dificultades de aprendizaje o incluso contratar clases de refuerzo adicionales. Por último, pero no menos importante, se trata de padres y madres cuyos hijos, en general, tienen menos desfase de aprendizaje; por lo tanto, necesitan menos clases de refuerzo.

6) Formación para la vida

Un porcentaje significativo de padres y madres de ambos grupos (53% para los de NSE bajo y 50,8% para los de NSE alto) defienden que la escuela ideal debe 'Contribuir a la formación de carácter, ética y/o moral de los estudiantes'. La elección de este aspecto refuerza la comprensión de los principales objetivos que deben garantizarse a lo largo de la trayectoria escolar, con miras al éxito futuro: 'habilidades socioemocionales como empatía, cooperación y respeto', 'Aprender buenos hábitos de estudio' y 'Siempre querer aprender más'.

La escuela ideal, por lo tanto, en la visión de los padres y madres entrevistados en la investigación, debería enseñar valores como la disciplina, la resiliencia, la responsabilidad individual, la ambición por más conocimiento y la perseverancia. En la visión de la mayoría de los padres, por lo tanto, las escuelas son un lugar donde al estudiante no debería ser permitido hacer lo que quiere y, mucho menos, actuar con violencia. Padres y madres de ambos grupos desean orden. Tal vez esa preferencia explique el interés despertado en los padres y madres brasileños por el modelo de escuelas cívico-militares. Según el balance divulgado en conjunto por el Ministerio de Educación (MEC) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI) 16 a finales de 2022, un programa del gobierno federal que fomentó este tipo de escuela alcanzó una reducción del 82% en la violencia física y del 75% en la violencia verbal. La evasión y el abandono escolar cayeron cerca del 80% y las escuelas que tenían índices bajos en el Ideb, el Índice de Desarrollo de la Educación Básica, comenzaron a presentar resultados mejores.

En la escuela ideal de padres y madres de ambos grupos, se valora el carácter y el respeto de todos hacia las reglas —conceptos relacionados con la ética y la moral. Tanto es así que el segundo item más votado por ambos grupos de padres y madres (39,4% de los de NSE bajo y 40,8% de los de NSE alto) es 'Trabajar habilidades como puntualidad, organización y responsabilidad'. Si sumamos el porcentaje de aquellos que seleccionaron ese item con el de aquellos que seleccionaron 'Contribuir para la formación de carácter, ética y/o moral de los estudiantes', tendremos un 92,4% de padres y madres de NSE bajo y un 91,6% de padres y madres de NSE alto.​​​​​​​

Es importante destacar que, aunque entendamos que difícilmente la escuela sola podrá garantizar el enseñamiento de la educación moral, del respeto, del fortalecimiento del carácter y de la disciplina —aspectos de la educación que deben ser de responsabilidad principalmente de los padres y madres—, el hecho es que los padres y madres valorizan esos enseñamientos y entienden que el futuro de sus hijos depende de cuánto ese aprendizaje se da mientras están en edad escolar. En ese sentido, la construcción de una cultura escolar que enfatice esos valores puede representar un avance significativo.

De hecho, la cultura escolar que promueve el desarrollo de esas habilidades, por lo general, no solo facilita el aprendizaje de contenido curricular, sino que también contribuye a romper el ciclo de pobreza en el que muchos estudiantes están insertos. Es lo que se ve, por ejemplo, en las escuelas cuya cultura se conoce informalmente como "No excuses" - "sin excusas" - en barrios donde predominan personas pobres y pertenecientes a minorías étnicas en ciudades como Nueva York y Londres. Los efectos transformadores en las vidas de esas niños están descritos en los libros 'How the Other Half Learns', de Robert Pondiscio, 'Charter Schools and Their Enemies', de Thomas Sowell y 'Michaela: The Power of Culture', de Katharine Birbalsingh.

Lo que se observa con frecuencia es que el aprendizaje de esas habilidades no necesita —y no debe— darse separadamente del aprendizaje de contenido técnico/académico, sino que debe ser integrado a él. El rigor académico y disciplinario, establecido y cumplido mediante reglas claras, suele transmitir valores como honestidad, integridad, empatía, respeto, cooperación, responsabilidad individual y autocontrol, que pueden y deben ser exigidos a los estudiantes en la ejecución de todas las tareas —y no de forma aislada en actividades específicamente enfocadas en el aprendizaje de esas habilidades.

Es lo que defienden también Jal Mehta y Frederick Hess 17 :

“¿Por qué necesitamos llamar esto de "aprendizaje socioemocional"? (...) Al llamar a esas habilidades de una forma de "aprendizaje", se legitimó su estatus. Previsiblemente, lo que siguió fueron demandas para que se construyeran estándares para el aprendizaje social y emocional, y evaluaciones que midieran el aprendizaje según esos estándares. En otras palabras, algo que antes era parte de la tarea de criar hijos, compartida entre familias y escuelas, ahora se ha convertido en un dominio propio —con un lenguaje, organizaciones de defensa, financiamiento, estándares y evaluaciones.”

7) Gestión I

Considerando su amplitud, el tema Gestión fue dividido en la investigación en tres partes: Gestión I, II y III. En Gestión I, se observa cómo la elección principal de los padres y madres de ambos grupos es la 'Atención al bienestar del estudiante (acogida, apoyo)'. Este tema complementa el aspecto anterior, en el sentido en que explora los aspectos de la gestión con miras al desarrollo de un clima escolar que permita que la formación para la vida, deseada por los padres y madres, se dé en las aulas.

“Un clima escolar positivo es una de esas cosas difíciles de definir y medir, pero todos lo reconocen cuando lo ven. Los estudiantes aprecian un ambiente escolar donde el acoso es infrecuente, donde los estudiantes no se sienten desplazados y donde establecer relaciones genuinas y respetuosas con los profesores es la norma. El PISA 2018 muestra que el clima escolar está estrechamente relacionado con la sensación de bienestar de los estudiantes.” (Schleicher, 2019) 18

la seguridad, el orden y la cordialidad del ambiente escolar. Indisciplina y violencia en la escuela no fueron abordadas explícitamente en la investigación porque se consideró que el rechazo a ambas sería prácticamente unánime. Se previó que, al presentarlas en comparación con otros criterios, habría el riesgo de perder la capacidad de evaluar la importancia de las otras alternativas. Pero, en la realidad cotidiana, no hay dudas de que esos aspectos —indisciplina y violencia en la escuela— representan una preocupación de toda la comunidad escolar, incluyendo a los padres y madres.

Un ambiente escolar no acogedor y que no garantiza el bienestar físico y emocional de los estudiantes inviabiliza el enseñamiento y el aprendizaje de calidad. Padres y madres de ambos grupos saben eso —y no es arriesgado decirlo, profesores también. Las respuestas sobre ese tema reforzan las preferencias expresadas en el tema anterior ('Formación para la vida'). Al elegir el bienestar del estudiante como absolutamente prioritario, padres y madres —aunque poco escolarizados— reconocen la importancia del buen clima escolar para el aprendizaje de sus hijos. Ambos grupos consideran el buen clima escolar como una condición previa para el aprendizaje de todos los contenidos, habilidades y valores considerados prioritarios, como respeto, empatía, formación de carácter, responsabilidad individual, ambición por aprender más. Y, efectivamente, existe una correlación entre la mejora de esos resultados y reglas más rígidas de comportamiento (Nichols, 2017) 19 .

Los datos del PISA 2018 20 muestran que el nivel de disciplina en las aulas de engua de instrucción —en nuestro caso, aulas de Lengua Portuguesa— es uno de los predictores más fuertes del desempeño de la lectura. En todos los países y economías, los estudiantes que informaron menos problemas disciplinarios en sus aulas de lengua de instrucción tuvieron mejor desempeño en lectura, incluso después de considerar el perfil socioeconómico de los estudiantes y las escuelas. Esa diferencia llega a 25 puntos en el PISA cuando la indisciplina los impide prestar atención y aprender con eficacia en todas o la mayoría de las aulas del idioma de instrucción. Incluso problemas disciplinarios ocasionales fueron negativamente asociados con el desempeño de la lectura. Los estudiantes que informaron que problemas disciplinarios ocurren en algunas aulas de lengua de instrucción obtuvieron entre 5 y 9 puntos menos.​​​​​​​

Esa parece ser, en efecto, una de las razones por las que la performance de los estudiantes brasileños es baja en el PISA: el nivel de indisciplina es muy alto. Según la investigación TALIS 2018, para el 54,9% de los profesores del Primer Ciclo de Educación Básica 21 , mantener la disciplina dentro de la escuela es fuente de bastante (34,1%) o mucho (20,8%) estrés. No es diferente para los profesores del Segundo Ciclo de Educación Básica 22 : el 50% considera que mantener la disciplina dentro de la escuela es fuente de bastante (31,2%) o mucho (18,8%) estrés. Además de la dificultad que tienen los profesores para obtener la atención de los estudiantes, una investigación del Instituto Nacional de Estudios y Pesquisas Educacionales Anísio Teixeira (INEP) 23 con directores de escuelas muestra un panorama poco auspicioso: el 35% de los directores de escuelas públicas y el 4% de los directores de escuelas privadas señalaron la intimidación o el bullying entre los estudiantes del Primer Ciclo de Educación Básica como una situación que ocurre semanal o diariamente en las escuelas.

Otros levantamientos apuntan hacia una situación aún peor. Una encuesta 24 realizada por el Instituto Locomotiva en colaboración con el Sindicato de Profesorados del Ensino Oficial del Estado de São Paulo (Apeoesp) muestra que el 69% de los estudiantes considera que hay un nivel medio o alto de violencia en las escuelas estatales del estado de São Paulo. Entre los profesores, ese porcentaje es del 68% y, cuando los familiares de los estudiantes responden, el índice llega al 75%. Según la misma encuesta, el 41% de los estudiantes no se sienten seguros en el entorno de las escuelas y el 26% no se sienten seguros dentro de las escuelas. El 71% de los estudiantes y el 73% de sus familiares afirmaron tener conocimiento de casos de violencia en sus escuelas. Aunque los números de esa encuesta no necesariamente reflejan la realidad nacional, reforzan la preferencia expresada por los padres y madres en la investigación analizada en este trabajo —nacionalmente representativa— sobre la necesidad de ‘Atención al bienestar del estudiante (acogida, apoyo)’

Se observa que los padres y madres brasileños no están solos en su preocupación por la cuestión disciplinaria. Según Schleicher (2019) 25 , para padres y madres en diferentes sistemas educativos, un ambiente escolar seguro está entre los criterios más importantes al momento de elegir una escuela.

También los estudios en Estados Unidos muestran resultados similares. Por ejemplo, el estudio de Stewart & Wolf (2014):

​​​​​​​“en su primer año de participación en el OSP, los padres y madres mencionaban la seguridad como su principal consideración al elegir una escuela para sus hijos. En cada grupo focal inicial de padres y madres, incluyendo aquellos que hablan español y sin importar si se trataba de padres y madres de estudiantes de Educación Primaria, Educación Secundaria o Educación Media, la seguridad de la escuela era el criterio de elección número uno. Cuando se les preguntaba qué característica de la escuela era más importante para ellos, muchos padres y madres simplemente declaraban "seguridad" y se detenían ahí. Además de la seguridad, algunas familias pusieron un énfasis fuerte en el ambiente moral de la escuela.” (Stewart & Wolf, 2014, p. 52) 26 .

Los criterios similares se describen en el estudio de Kelly y Scafidi (2013) 27 : para los padres y madres estadounidenses estudiados, los factores relacionados con el clima escolar y el control de la indisciplina en el aula son los más importantes. El estudio encontró que en la lista de criterios para elegir una escuela, más del 85% de los padres y madres estudiados consideraban que un "mejor ambiente escolar para sus hijos" era el criterio número uno; para el 61,7%, "alumnos más disciplinados" y para el 52,9%, "mejor seguridad para sus hijos".

Finalmente, otros estudios presentan resultados similares en relación con los criterios de elección: mejor ambiente escolar (Catt & Rhinesmith, 2016) 28 , seguridad escolar (Stewart et al., 2009) 29 e instrucción religiosa o moral (Catt & Rhinesmith 30 , 2016; Kelly & Scafidi 31 , 2013; Stewart et al., 2009 32 ).

En resumen, la literatura proporciona amplio apoyo a la racionalidad de la mayoría de los padres y madres brasileños, que consideran que el bienestar de los estudiantes es prioritario —lo que depende de un clima escolar ordenado y respetuoso. También parecen intuir que esa característica de la escuela, además de ser un requisito previo para que el aprendizaje sea concretizado, está directamente relacionada con la reducción de la evasión escolar y el aumento de la escolaridad.

8) Gestión II

En el segundo aspecto relacionado con la gestión escolar, con un porcentaje de votos muy similar al tema anterior, el criterio preferido por ambos los grupos para la escuela ideal es 'atender a estudiantes de diferentes orígenes sociales, raciales y religiosos'. Obviamente, la escuela ideal para cualquier padre y madre es una que atiende a sus hijos sin prejuicios contra lo que son o creen. Claramente, este tema de gestión también busca garantizar un buen clima escolar, donde haya respeto y empatía.

Reconociendo que la pobreza y el racismo son problemas reales en Brasil y que la intolerancia religiosa aún permea la sociedad, es algo positivo observar que este criterio esté igualmente en destaque en lo que respecta a la gestión escolar para ambos los grupos de padres y madres. Para ellos, la escuela ideal incluye igualmente a todos.

Tal como se evidenció en la sección I de nuestra investigación, los padres y madres, en general, tienen los mismos objetivos para el futuro de sus hijos, independientemente de su nivel socioeconómico. Más que tolerar a quienes son diversos en términos de nivel socioeconómico, raza y religión, los padres y madres de ambos grupos desean que sus hijos respeten, tengan empatía y trabajen bien con todos. Es importante recordar que tener empatía significa ser capaz de ponerse en el lugar de otra persona, buscando actuar o pensar de la forma en que ella actuaría o pensaría. La empatía significa, por lo tanto, lo opuesto a los enfoques pseudopedagógicos que fomentan percepciones de una sociedad estructuralmente binaria, compuesta por opresores contra oprimidos, donde uno gana cuando el otro pierde, en un juego de suma cero.

Para los padres y madres de ambos los grupos, la escuela ideal garantiza el atendimiento con excelencia a todos los estudiantes, independientemente de su perfil social, étnico-racial o religioso. Las escuelas bien gestionadas no proporcionan servicios de calidad diferentes según el perfil del estudiante y las reglas se aplican igualmente a todos. Podemos concluir además: el currículo es igualmente exigente y los profesores tienen expectativas de aprendizaje igualmente ambiciosas para todos los estudiantes.

En relación con este tema, es importante destacar que existe otro prejuicio relacionado con la posibilidad de hacer elecciones educativas: permitir elecciones supuestamente llevaría a la "balcanización" de la educación. Según ese argumento, los padres y madres de NSE medio-alto elegirían escuelas que mantuvieran a sus hijos separados de los hijos de familias de bajo NSE y/o de familias negras y pardas, agravando la segregación racial y socioeconómica. Supuestamente, tales elecciones contribuirían a una creciente falta de empatía y respeto, y, en el límite, impedirían la cohesión social.

Esa visión es plenamente refutada ante el hecho de que para ambos los grupos de padres y madres, este es el criterio más deseado en el tema Gestión II. Nuestra investigación muestra que los padres y madres buscan escuelas donde los compañeros de sus hijos compartan valores relacionados con el carácter, la empatía, el respeto, la disciplina y el orden, independientemente de su origen social, su raza o su religión.

Finalmente, es importante destacar que 'diversidad' no se resume a cuestiones exteriores y visibles. 'Diversidad' se define como la representación de todas las identidades y diferencias variadas (raza, etnia, género, discapacidad, orientación sexual, identidad de género, origen nacional, tribu, casta, status socioeconómico, estilos de pensamiento y comunicación, etc.), tanto colectivamente como individualmente. Ante la realidad de que los individuos difieren principalmente en lo que piensan y son, ante la hegemonía conceptual, ideológica e identitaria impuesta en los cursos de formación docente y ante la imposición a todas las escuelas de la Base Nacional Común Curricular (BNCC), que prioriza principalmente los aspectos externos de la diversidad, destacamos en itálico los aspectos que en realidad nos hacen diversos. Nuestra visión de que lo que nos une universalmente como seres humanos y lo que nos diferencia como individuos parece convergir para lo que los padres y madres brasileños buscan en la escuela ideal.

9) Gestión III En el tercer tema del área de gestión, se observa que la escuela ideal para ambos los grupos de padres y madres, de forma casi idéntica (67,5% de los padres y madres de NSE bajo y 66,8% de los de NSE alto), destaca el aspecto 'Buena infraestructura (sala de aula agradable y equipada, computadoras, etc.)'. Una vez más queda claro que los padres y madres de NSE bajo son tan ambiciosos como los de NSE alto en lo que respecta a la salud, el bienestar físico y el aprendizaje de sus hijos.

En resumen, el Cuadro I presenta la distribución de las respuestas estimuladas en cada uno de los nueve temas investigados.

Sección II - Características de la escuela ideal por tema



Otras comparaciones entre padres y madres de NSE diferentes.

Cuando los padres y madres pueden elegir dos entre cinco características relacionadas con temas diferentes, nuevamente no hay grandes divergencias entre los dos grupos. 'Trabajar competencias personales' es la primera más votada por ambos los grupos. Y 'Atención al bienestar' es muy importante para ambos los grupos. Y, al igual que la opción más votada, la menos votada es la misma para ambos los grupos de padres y madres: 'Localización'. Esto es interesante porque otro argumento que se coloca contra la libertad de elección de la escuela por parte de las familias de baja renta es el de que los padres y madres siempre van a preferir la escuela que esté más cerca, independientemente de su calidad. Por lo tanto, podría considerarse que sería innecesario dar elecciones ya que, de manera general, habrá una escuela pública cercana. Nuestra investigación refuta esa hipótesis y muestra que, para todos los padres y madres, los criterios que afectan a los objetivos que esperan para el futuro de sus hijos son más importantes.

Figura 3 - Características de la escuela ideal Fuente: IDados Consultoria, 2023


Ante las respuestas a nuestra investigación, concluimos que, en lo que se refiere a las elecciones orientadas al éxito de sus hijos en la escuela, los padres y madres son más sensatos de lo que muchos de los responsables del desarrollo de políticas educativas públicas. Y hay evidencias sólidas sobre eso. En países donde los padres y madres pobres pueden matricular a sus hijos en la escuela que mejor atiende a sus criterios, es posible evaluar los resultados de esas elecciones. A continuación, algunos ejemplos.

Estudios sobre los efectos de las elecciones escolares

Beuermann y Jackson (2018) 33 tienen un estudio realizado en Barbados precisamente sobre esta cuestión. Muestran que los padres y madres valoran un buen clima escolar entre los estudiantes y, en consecuencia, buenas compañías para sus hijos. Y, aunque en promedio las escuelas elegidas por esos padres y madres no siempre proporcionaron a sus hijos mejores puntajes en los exámenes, a largo plazo, las elecciones habían sido acertadas.

El estudio muestra que los estudiantes de esas mismas escuelas tienen una mayor tasa de conclusión del bachillerato y un mejor nivel de bienestar cuando adultos, considerando el nivel de escolaridad, el estatus ocupacional, los ingresos salariales y la salud. Las mejores condiciones de salud de esas personas se deben a la creación de hábitos y actitudes saludables, incentivados por el ambiente. El estudio también muestra que estos beneficios a largo plazo son mayores para las mujeres, incluso con una reducción en la tasa de embarazos en la adolescencia. Los autores sugieren que las niñas que asisten a escuelas en las que se establecen buenas relaciones sociales tienen más facilidad para encontrar y mantener un trabajo y tienden a retrasar la maternidad.

Un estudio de la Universidad de Stanford (Bettinger et al., 2019) 34 sobre los efectos de los cupones escolares a lo largo de 20 años en Colombia muestra que los estudiantes sorteados para estudiar en escuelas vocacionales privadas elegidas por sus padres —de bajo NSE— fueron fuertemente impactados. Entre los efectos destacados se encuentran mayores oportunidades de concluir el bachillerato en la edad adecuada, salir de la pobreza y alcanzar un ingreso clasificado como de clase media hasta los 33 años, vivir en regiones menos pobres de la ciudad, obtener financiamiento para un coche y no tener un hijo en la adolescencia. Todo esto con menos gastos públicos mientras está en la escuela y mayor recaudación después de que concluye.​​​

En relación con los efectos de las elecciones basadas en el criterio de la seguridad, tenemos el estudio de Shakeel y DeAngelis (2018) 35 , que muestra que un ambiente escolar seguro es esencial para una aprendizaje efectivo y para la inculcación de valores cívicos.

Un estudio enfocado exclusivamente en actividades criminales de adultos y en los procesos de paternidad, DeAngelis y Wolf (2019) 36 examinan los efectos de las elecciones de los padres y madres pobres a través del programa de cupones escolares de Milwaukee, en los Estados Unidos. Los efectos encontrados son una reducción de cerca del 53% en las condenaciones por drogas, del 86% en las condenaciones por daños materiales y del 38% en los procesos de paternidad. Los estudiantes que más se benefician tienden a ser los varones con niveles más bajos de desempeño académico.

También hay una amplia y robusta meta-análisis de Hitt, McShane y Wolf (2018) 37 , que evidencia que la elección de los padres y madres basada en criterios no inmediatamente medibles tiene resultados importantes. La investigación de ellos muestra que hay un número cada vez mayor de estudios que demuestran que, independientemente de tener o no impacto en exámenes escolares, los programas de elección educativa traen beneficios no cognitivos a largo plazo extremadamente valorados por padres y madres. Entre ellos se encuentran el aumento de la tasa de conclusión del bachillerato y de acceso a la educación universitaria, así como mayores ganancias salariales.

Por último, en un meta-análisis sobre los efectos de la competencia entre escuelas cuando hay políticas de elección de escuela, Jabbar et al. (2019) 38 afirman que hay evidencias de que la competencia escolar puede tener una influencia mayor sobre el desempeño de los estudiantes pertenecientes a minorías. "Esto es consistente con las alegaciones de los defensores de que la elección puede mejorar las oportunidades educativas particularmente para estudiantes marginados, no solo para aquellos que eligen, sino también para aquellos "dejados atrás" en las escuelas públicas tradicionales". (Jabbar et al., 2019, p. 24).
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Consideraciones finales.

Sabemos que en relación con investigaciones como la nuestra, existe una justa preocupación sobre las preferencias declaradas. Tales elecciones son efectivamente susceptibles al sesgo de deseabilidad social; por ejemplo, los padres y madres pueden sentir que deberían preocuparse por una determinada característica de la escuela cuando, en realidad, en el momento en que concretan sus decisiones, pueden terminar haciendo otras elecciones. Sin embargo, hay estudios que consideran las preferencias reveladas de los padres y madres (Lincove et al., 2016 39 y Trivitt & Wolf, 2011 40 ), observando las características de las escuelas donde realmente matriculan a sus hijos. Estos estudios muestran que parecen haber diferencias relativamente insignificantes entre las preferencias declaradas y las que se concretan efectivamente.

Como muestra nuestra investigación, las consideraciones de los padres y madres en cuanto a la elección de la escuela van más allá de los resultados en exámenes. Incluyen el clima escolar, la seguridad, el apoyo a los estudiantes con dificultades, los valores de la escuela, junto con una serie de otras preocupaciones. Como cada uno de estos aspectos engloba varios factores, probablemente los padres y madres tengan más posibilidades que los burócratas de elegir una escuela que atienda a estas consideraciones y lleve a una mayor posibilidad de resultados deseables. Evidentemente, el mercado puede ayudar a los estudiantes y sus familias en este proceso. Algunos sitios web reúnen información relevante sobre las escuelas, como los programas ofrecidos, la capacitación de los profesores, la tasa de conclusión de los cursos, el número de estudiantes por aula, testimonios de ex alumnos, entre otras informaciones. Ya son populares en Estados Unidos, el Great Schools 41 y el Find You Your Niche 42 .

No hay, por lo tanto, ninguna justificación ética, racional o pragmática para el mantenimiento de políticas públicas que impidan las elecciones educativas de los padres y madres. Permitir que utilicen, en el proveedor educativo de su elección, los recursos que ya corresponden a sus hijos en las escuelas públicas no es una medida irracional o arriesgada. Hay evidencias de que los padres y madres tienen mejores criterios y más interés en hacer elecciones fundamentadas y sensatas para el bien de sus hijos que un pequeño grupo de burócratas supuestamente iluminados. Aún más porque sabemos que siempre están presionados por grupos de interés. Además, evidentemente, en el caso de Brasil, la hipótesis de que los resultados de las elecciones sean peores que los resultados que ya tenemos es muy remota.​​​​​​​

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Por Anamaria Camargo 20/06/2024